¡GUERRA ABIERTA! Latin Kings dan orden de “disparar a discreción” contra agentes de inmigración en Chicago

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La agencia federal estadounidense de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) activó un operativo de alerta máxima en Chicago después de que el grupo delictivo Latin Kings emitiera una amenaza directa contra agentes federales.

Según informó Newsweek en un reporte exclusivo, la estructura dirigente del grupo ordenó “disparar a discreción” contra oficiales de inmigración desplegados en la ciudad, incrementando el riesgo en el contexto de los operativos migratorios que impulsa la administración federal.

El aviso, difundido mediante un boletín interno de inteligencia, pidió a los agentes que refuercen las medidas de seguridad durante las acciones en curso. Newsweek citó el mensaje original que señala que “los oficiales y agentes deben mantener un nivel máximo de alerta y extremar las precauciones durante las actividades de ejecución”.

En palabras de Gregory Bovino, jefe del sector El Centro de la Patrulla Fronteriza, “una amenaza de disparar a la vista para la policía federal nos preocupa profundamente. Emitimos un boletín de inteligencia a todas las fuerzas federales, especialmente la Patrulla Fronteriza”.

El surgimiento de esta advertencia ocurre tras dos meses de vigencia de Operation Midway Blitz, la campaña federal que busca localizar y deportar a migrantes con antecedentes penales. Según datos ofrecidos por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), más de 1.000 personas en situación migratoria irregular han sido detenidas en la ciudad durante este periodo.

Un episodio reciente en el que un ciudadano mexicano fue detenido como sospechoso de disparar contra agentes de la Patrulla Fronteriza durante operaciones en el barrio Little Village, elevó la tensión. De acuerdo con el DHS, el individuo a bordo de una camioneta abrió fuego y huyó.

Policías locales detuvieron al sospechoso, quien acumulaba condenas previas por delitos como portación ilegal de armas y reingreso clandestino en Estados Unidos. El mismo fin de semana, un oficial policial asignado al control de multitudes resultó embestido por un vehículo.

El propio DHS amplió el panorama de inseguridad experimentado en la ciudad: “casi a diario, nuestros agentes son blanco de violencia, ataques o campañas de descrédito, incluida la jornada de ayer cuando vehículos federales fueron embestidos y recibieron disparos en su contra”, indicó la dependencia federal en un comunicado recogido por NBC News.

Las acciones recientes no se circunscriben a un solo incidente. El mes anterior, agentes federales abrieron fuego contra una ciudadana estadounidense cuando sus vehículos quedaron rodeados por otros autos en la vía pública, también en Chicago.

Según explicó la subsecretaria Tricia McLaughlin, los efectivos realizaron “disparos defensivos” debido a la presencia de un arma, mientras patrullaban por la urbe. Ni la CBP ni el DHS han informado cambios en la estrategia, y los operativos se mantienen pese al aumento de las amenazas.

La alerta reciente surge después de que un presunto integrante de los Latin Kings fuera acusado formalmente por supuestamente haber ofrecido una recompensa por agredir físicamente al jefe de la Patrulla Fronteriza, Gregory Bovino, de acuerdo con el Departamento de Justicia. La identidad del acusado corresponde a Juan Espinoza Martínez, de nacionalidad mexicana, cuyo historial migratorio ha sido catalogado como irregular.

La pandilla de los Latin Kings, considerada una de las organizaciones delictivas más antiguas y estructuradas de Chicago, nació en la zona de Humboldt Park en los años 50 y paulatinamente consolidó presencia en el resto del país.

Autoridades policiales la describen como un grupo jerarquizado, con actividades asociadas a tráfico de estupefacientes, posesión de armas, agresiones agravadas y otros delitos violentos. Entre las particularidades del grupo sobresalen su estricto código interno y símbolos: una corona de cinco puntas y los colores negro y dorado.

Históricamente, los Latin Kings ejercen dominio en los sectores oeste y suroeste de Chicago, dentro y fuera de los centros penitenciarios. Estadísticas de la CBP reflejan que, en la última etapa, al menos 7 miembros del grupo han sido capturados en diferentes zonas del país.

La respuesta institucional ante el aumento en la presión federal no se ha hecho esperar. Portavoces de la CBP señalaron que, a pesar del riesgo, “los agentes deben continuar con el cumplimiento de su trabajo”.

Desde el lado municipal, tanto dirigentes como organizaciones cívicas exigen evaluar los efectos de los operativos sobre la confianza en la policía local. “Este es un momento delicado para la relación entre los agentes federales y la comunidad”, advierte a Newsweek un portavoz de las agrupaciones defensoras instaladas en la ciudad.

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