Jesse Love, piloto de Richard Childress Racing, advirtió este jueves que los 2,240 metros de altitud de Ciudad de México representan un reto físico y mecánico para los competidores que participarán en la primera carrera de la Nascar Cup Series en México.
“El gran desafío en esta pista será la altura. No tendremos la misma capacidad para respirar ni para recuperarnos de la deshidratación, y los autos tendrán problemas con el calentamiento y el rendimiento. Son situaciones que debemos encontrar la manera de superar”, señaló Love, de 20 años, quien actualmente compite en la Nascar Xfinity Series, que también formará parte del programa este fin de semana en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
La cita en Ciudad de México marca la primera vez que la Nascar Cup Series corre fuera de Estados Unidos. Para Love, campeón más joven en la historia de Nascar al conquistar la ARCA Menards West en 2020 con solo 16 años, esta será una experiencia nueva y compleja. “Será nuestra primera vez en esta pista. Va a ser increíble y desafiante. No existe video o grabación que podamos estudiar. Nadie ha manejado aquí. La pista es diferente”, explicó.
Además del componente deportivo, el piloto nacido en Menlo Park, California, expresó que esta carrera tiene un significado especial por motivos personales. “Mi madre tiene familiares aquí. Esta pista significa mucho porque voy a correr delante de muchos familiares de mi madre que nunca me han visto”, afirmó.
Love fue también protagonista de la presentación de Samsara, empresa especializada en telemetría, donde recordó sus inicios: “Desde que tenía 5 años es con lo que he soñado. He trabajado mucho para lograr estar en la Nascar Cup Series de tiempo completo”.