El Manchester United venció al Athletic Club 4-1 en el global y cerró las puertas de la Final de la Europa League al conjunto bilbaíno, que soñó brevemente con la remontada tras un gol de Mikel Jauregizar en Old Trafford.
El tanto del centrocampista a los 30 minutos, un potente disparo a la escuadra tras una serie de errores defensivos del United, encendió la esperanza en la afición visitante. Sin embargo, las bajas de figuras clave como Nico y Iñaki Williams, además de Oihan Sancet, limitaron al Athletic en ataque y sus intentos posteriores se diluyeron sin generar verdadero peligro.
El conjunto inglés mantuvo la calma durante gran parte del encuentro y supo capitalizar los espacios a la contra. Mason Mount marcó el empate en la segunda mitad con un remate dentro del área que sentenció el partido y dejó sin efecto cualquier posibilidad de remontada. En los últimos minutos, Casemiro, Rasmus Hojlund y nuevamente Mount sellaron la victoria con 3 goles más ante un equipo ya rendido.
La eliminatoria había quedado prácticamente definida en la ida, con el 0-3 en San Mamés. A pesar del empuje del Athletic, el resultado global reflejó con claridad la distancia entre ambos equipos en el marcador, aunque no en espíritu competitivo. El equipo de Valverde volvió a luchar, como en 2012, pero el desenlace esta vez fue mucho más amargo.
El Athletic se queda así sin la posibilidad de disputar una final europea en su estadio, una oportunidad única en su historia. Ahora deberá centrarse en la liga y en asegurar una plaza para la próxima edición de la Liga de Campeones.