AP.- Integrantes del M23, un grupo rebelde que cuenta con el respaldo de Ruanda, secuestraron a por lo menos 130 hombres enfermos y heridos de dos hospitales en una importante ciudad del este del Congo, informó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) este lunes.
Combatientes del M23 irrumpieron el pasado viernes en el Hospital CBCA Ndosho y el Hospital Heal Africa en Goma, una ciudad de enorme importancia estratégica que capturaron a principios de este año, informó la portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Ravina Shamdasani, en un comunicado.
Los rebeldes se llevaron a 116 supuestos soldados del ejército congoleño o miembros de la milicia progubernamental Wazalendo del CBCA y a otros 15 del Heal Africa.
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“Es sumamente angustiante que el M23 esté secuestrando a los pacientes de las camas de los hospitales en operaciones coordinadas y manteniéndolos incomunicados en lugares no revelados”, afirmó Shamdasani, quien exigió su liberación inmediata.
Los rebeldes del M23 han avanzado por el este del Congo desde principios de año, apoderándose de ciudades clave y causando la muerte de unas 3 mil personas como parte de una escalada en un añejo conflicto en la región.
En una ofensiva relámpago de tres semanas, el M23 tomó el control de la ciudad más importante del este del Congo, Goma, y se apoderó de la segunda ciudad más grande, Bukavu. La región es rica en oro y coltán, un mineral clave para la producción de capacitores utilizados en la mayoría de los dispositivos electrónicos como laptops y teléfonos inteligentes.
Los rebeldes cuentan con el apoyo de alrededor de 4 mil elementos de la vecina Ruanda, según expertos de la ONU, y en ocasiones han prometido marchar hasta la capital del Congo, Kinsasa, ubicada a más de mil 600 kilómetros de distancia.
Ruanda ha acusado al Congo de reclutar a combatientes étnicos hutus, responsables del genocidio contra la minoría tutsi y hutus moderados en 1994 en Ruanda.
El M23 afirma que lucha para proteger a los tutsis y congoleños de origen ruandés de la discriminación y quiere transformar al Congo de un Estado fallido a uno moderno.
Los analistas han calificado esos argumentos como justificaciones para la intervención de Ruanda.
Al menos 11 personas murieron y decenas resultaron heridas la semana pasada, cuando se registraron explosiones en Bukavu durante un mitin de líderes del grupo rebelde M23.