Donald Trump, presidente de Estados Unidos, firmará este jueves un decreto para reclasificar la marihuana y suavizar las restricciones federales sobre su uso, según reportes de medios internacionales.
Esta medida busca acelerar el proceso iniciado por la administración anterior para trasladar el cannabis de la Clasificación I (donde se encuentran la heroína y el éxtasis) a la Clasificación III, que incluye sustancias con menor potencial de abuso y aplicaciones médicas aceptadas, como la ketamina o la testosterona.
Este anuncio provocó un aumento inmediato en las acciones de empresas dedicadas al sector del cannabis, como Tilray Brands y Canopy Growth. De concretarse el cambio, la Administración para el Control de Drogas (DEA) revisará la normativa, lo que podría reducir significativamente la carga fiscal para el sector y facilitar el acceso a financiamiento bancario.
Aunque el calendario de la firma podría variar, la Casa Blanca ya trabaja en acelerar esta reclasificación que se alinea con la flexibilización de leyes que ya ocurre en diversos estados del país. De consolidarse la reclasificación, los negocios de cannabis legal podrían finalmente acceder a servicios bancarios tradicionales y normalizar sus deducciones de impuestos, eliminando barreras que han frenado la industria por décadas. Aunque los plazos administrativos podrían extenderse hasta el próximo año, la voluntad de la Casa Blanca de flexibilizar estas leyes estatales refleja una nueva dirección en la regulación federal del cannabis.