El 18 de octubre de 2013, el Hotel Marbella en Los Cabos, Baja California Sur, fue escenario de un crimen que parecía sacado de una película de acción: Francisco Rafael Arellano Félix, líder del Cártel de Tijuana, fue ejecutado en su fiesta de cumpleaños número 64 por un sicario disfrazado de payaso.
Este asesinato marcó un hito en la historia del narcotráfico mexicano, no solo por la forma en que se llevó a cabo, sino por las implicaciones que tuvo en la lucha entre cárteles rivales.
La noche del crimen, Arellano Félix celebraba su cumpleaños en el salón Ocean House del hotel mencionado. Entre los invitados se encontraban figuras como el exfutbolista Jared Borgetti y el boxeador Omar Chávez. Durante la fiesta, el cantante Luis Antonio López, conocido como “El Mimoso”, amenizaba el evento.
En medio de esta celebración, un hombre vestido de payaso se acercó al anfitrión y le disparó en múltiples ocasiones antes de huir del lugar. El testimonio de Omar Chávez fue crucial para las investigaciones, ya que relató cómo vio al sicario disparar y cómo él mismo tuvo que tirarse al suelo para evitar ser alcanzado por las balas.
El “payaso” y su identidad
El hombre que cometió el asesinato estaba disfrazado con peluca rosada, nariz roja y traje de colores brillantes. Aunque en un principio se desconocía su identidad, investigaciones posteriores señalaron a José Rodrigo Aréchiga Gamboa, alias “El Chino Ántrax”, como el autor intelectual del crimen. “El Chino Ántrax” era líder de Los Ántrax, un grupo armado al servicio del Cártel de Sinaloa, conocido por su brutalidad y lealtad a Ismael “El Mayo” Zambada.
El asesinato de Arellano Félix se enmarca en la violenta rivalidad entre el Cártel de Tijuana y el Cártel de Sinaloa. Se especula que “El Chino Ántrax” ordenó el ataque para demostrar su poder y lealtad a “El Mayo” Zambada, además de eliminar a un enemigo estratégico. La elección de un payaso como disfraz añadió un componente macabro y teatral al crimen, lo que lo hizo aún más impactante.
El asesinato de Francisco Rafael Arellano Félix ha sido objeto de diversas representaciones en la cultura popular. Uno de los ejemplos más destacados es el narcocorrido “La Gracia del Payaso”, interpretado por el grupo Edición Especial, que narra los detalles del crimen y la figura del sicario disfrazado. Este tema se ha convertido en un referente para quienes buscan entender la magnitud y el simbolismo detrás de este asesinato.
La historia de los Arellano Félix y su caída ha sido retratada en la serie “Narcos: México” de Netflix, donde se aborda la rivalidad entre los cárteles y los eventos que llevaron al asesinato de Francisco Rafael. La serie ha contribuido a mantener viva la memoria de estos hechos y a generar debate sobre el impacto del narcotráfico en la sociedad mexicana.
El asesinato de Arellano Félix por un sicario disfrazado de payaso es un recordatorio de las complejidades y violencias que han marcado la historia reciente de México. Más allá de la teatralidad del crimen, subyace una lucha de poder entre organizaciones criminales que ha dejado huella en la memoria colectiva del país.