El Cártel de Sinaloa ha extendido sus operaciones de reclutamiento hacia adolescentes en Estados Unidos, utilizando a jóvenes de apenas 15 años para realizar trabajos de sicariato en California. Andrew Núñez, alias “Shooter”, y Johncarlo Quintero, conocido como “Dumper”, se declararon culpables este jueves por asesinato e intento de asesinato tras participar en una serie de ataques por encargo en Chula Vista.
Los menores, vinculados a la pandilla Westside Wilmas, confesaron haber aceptado un pago de 50 mil dólares cada uno para eliminar a un objetivo del grupo criminal mexicano, fallando en un primer intento por fallas mecánicas en sus armas, pero regresando horas después para perpetrar una balacera que resultó en la muerte de uno de sus propios cómplices tras ser repelidos por la víctima.
Esta táctica de emplear menores de edad responde a una estrategia deliberada de las organizaciones criminales para evadir las leyes penales de California, las cuales dificultan el procesamiento severo de personas menores de 16 años. El caso cobra relevancia internacional luego de que la administración de Donald Trump clasificara al Cártel de Sinaloa como una organización terrorista, intensificando la persecución de sus brazos operativos en suelo norteamericano.
Se prevé que los dos adolescentes reciban su sentencia formal en marzo de 2026, mientras las autoridades estadounidenses alertan sobre la creciente influencia de los cárteles mexicanos en las pandillas locales de Wilmington para realizar actos de violencia extrema y control territorial.