La Secretaría de Marina (SEMAR) emitió un reporte actualizado sobre el trágico accidente de su aeronave en la Bahía Oeste de Galveston, confirmando el fallecimiento de dos personas en el lugar del siniestro. De los ocho ocupantes que viajaban en la unidad —cuatro elementos navales y cuatro civiles—, las autoridades han logrado rescatar con vida a cuatro integrantes, quienes fueron trasladados de emergencia a hospitales cercanos en Texas.
No obstante, la situación sigue siendo crítica, ya que dos personas permanecen en calidad de desaparecidas; los equipos de rescate binacionales sospechan que ambos pasajeros podrían encontrarse atrapados entre los restos de la estructura del avión, que quedó sumergido tras el impacto en una zona de aguas poco profundas cerca del Aeropuerto Internacional Scholes.
Información reciente proporcionada por el comunicador Alejandro Maldonado indica que la aeronave había despegado originalmente del Aeropuerto Internacional de Monterrey, en Nuevo León, con el objetivo de cumplir una misión de traslado médico urgente. La Guardia Costera de los Estados Unidos, en estrecha colaboración con buzos de la Marina mexicana y cuerpos policiales de Texas, mantiene un despliegue masivo en el área del desastre para intentar localizar a los desaparecidos antes de que las condiciones de visibilidad empeoren. Mientras tanto, el Gobierno de México ha expresado sus condolencias a los familiares de las víctimas confirmadas y se encuentra a la espera de los peritajes técnicos para determinar si la densa niebla reportada en la costa texana fue el factor determinante en la caída de la unidad militar.